15 febrero 2012

Me acordaré de él, de lo que hubo y de lo que no habrá, de lo que me hubiera gustado que hubiera y no había. Sin embargo, esta noche me hago una promesa: nunca más dejaré que me tomen el pelo, ni me arreglaré para ir a una cita, ni esperaré llamadas que nunca llegan, ni me pondré a imaginar la sonrisa, la nariz, el pelo de los posibles amantes, ni me moriré de pena, ni me preguntaré si quiere un beso o algo más, si es que llega el momento de perder la cabeza de verdad.
Amaré las canciones, los libros, el mar, las puestas de sol, los árboles y mis amigos... Sé que siempre estarán ahí, para mí.

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